El pasado sábado, víspera de Reyes, pasamos la mañana de una manera muy divertida y golosa: ¡estuvimos haciendo tartas de chuches!¿Qué mejor manera de endulzarse la espera de una de las noches más mágicas del año?
Dirigidos por los expertos consejos de Esther, usando nubes, gominolas y regaliz de distintos tipos, los niños y niñas participantes fabricaron con sus propias manos unas preciosas tartas en forma de árbol de Navidad.
Primero preparamos las bases redondas, con un bonito motivo navideño. Después nos repartieron las golosinas para elaborar el primer piso.
Casi todos teníamos más de 5 años, e hicimos la tarta-árbol, pero el más peque del grupo, que apenas tenía tres recién cumplidos también pudo hacer su tarta, un poco más sencillita y pequeña.
Entre chuche y chuche, también tuvimos tiempo de hacer alguna figura de papiroflexia, y hasta tuvimos canciones y cuentos.
Las brochetas de madera eran un elemento imprescindible. Las teníamos de distintos tamaños y aprendimos trucos para que las chuches pasasen mejor.
Fijáos que imagen tan colorista. Parece como si estuviéramos pintando un cuadro.
Ummm, ¡qué ricas! Poco a poco las bases iban tomando cuerpo y convirtiéndose en la futura tarta.
Unas "lenguas" verdes fueron perfectas para darle a nuestro goloso pino de Navidad su forma característica.
Poco a poco conseguimos hacer los tres pisos de la tarta y después, con ayuda de Esther, la envolvimos en celofán e hicimos unas brochetas de remate. ¡Quedaron preciosas!
¡Un regalo de Navidad perfecto!
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